Dos palabras que la mayoría de las personas temen escuchar cuando se trata de la economía: recesión y depresión. El clima económico actual no ha hecho mucho para calmar los temores del público. Aunque la economía estadounidense comenzó el 2024 con fuerza, el aumento de la deuda del consumidor y las altas tasas de interés están afectando el crecimiento económico. Esto significa que el gasto del consumidor probablemente disminuirá, lo que puede provocar preocupaciones de una recesión.
¡No hay necesidad de entrar en pánico! En este artículo, proporcionaremos estrategias y consejos que pueden ayudarlo a superar la ansiedad económica en caso de una recesión. Lo importante es estar preparado para que cualquier recesión potencial no lo afecte tanto como podría temer.
Datos importantes acerca de recesiones económicas
¿Qué es una recesión económica?
Aunque no hay una definición «oficial», generalmente se declara una recesión cuando hay una disminución significativa en la actividad económica que dura un período prolongado, generalmente meses o a veces años. La mayoría de los expertos financieros consideran factores económicos nacionales como el producto interno bruto (PIB), las tasas de desempleo, las ventas minoristas al consumidor, los ingresos y la manufactura. Una recesión ocurre cuando estos factores experimentan efectos negativos.
Las recesiones a menudo se consideran una parte regular del ciclo económico de un país. Todas las economías experimentan altibajos como parte de ese ciclo. Una recesión es uno de los puntos bajos. Desafortunadamente, esto no alivia la ansiedad de los ciudadanos preocupados y el impacto financiero que pueden sentir debido a una recesión.
Ese impacto puede incluir:
- Posible pérdida de empleo, lo que lleva a tasas de desempleo más altas y dificultades para encontrar un nuevo trabajo.
- Salarios más bajos y reducción de paquetes de beneficios, ya que los empleadores tienen toda la ventaja en las situaciones de contratación.
- Menor cobertura de seguro de salud, ya que algunos empleadores retiran la cobertura a los empleados para ahorrar costos.
- Menor acceso a crédito, ya que los prestamistas son más reacios a otorgar préstamos a tantas personas que podrían perder sus trabajos en cualquier momento; esto conduce a menos gastos, ya que los consumidores quieren evitar altas tasas de interés al realizar una compra grande como una casa o un automóvil.
- Presupuestos más ajustados, ya que los precios suben y las tasas de interés aumentan, dejándote menos dinero para gastar y ahorrar.
- Más ansiedad y estrés como resultado de todo lo anterior.
Es importante tener en cuenta, sin embargo, que este impacto no se sentirá por todos. Aún así, es inteligente estar preparado en caso de que el escenario más adverso se convierta en realidad.
¿Cómo saber si se acerca una recesión?
Hay algunas cosas a tener en cuenta, pero puede ser difícil saber si se acerca una recesión. Aún así, hay algunas cosas que puedes hacer:
- Mantente informado: Sigue las noticias financieras. Muchos sitios web y fuentes de noticias desglosan temas complicados como la economía y las recesiones para que la mayoría de las personas puedan entenderlos fácilmente. Algunos de esos son Investopedia, CNBC y Bloomberg.
- Familiarízate con el mercado de valores: Los principales índices bursátiles como el S&P 500 y el Dow Jones Industrial Average a menudo señalan cambios económicos, tanto buenos como malos. Simplemente verifica el Dow Jones o el S&P 500 ocasionalmente para ver cómo están funcionando.
- Presta atención al comportamiento de los consumidores: Algo tan simple como hablar con amigos y familiares puede ponerte en sintonía con lo que los consumidores están diciendo sobre sus experiencias financieras. Si notas que más personas de lo habitual hablan o se preocupan por la economía, podría ser un signo de que se acerca una recesión. Lo mismo ocurre con los informes de noticias.
¿Cómo prepararse para una recesión?
Adelantarse al juego es la mejor manera de prepararse para una recesión. Si te sientes cómodo financieramente en este momento, aprovecha este tiempo para hacer algunas cosas que puedan poner tu situación en una posición sólida si llega una recesión.
- Construye un fondo de emergencia
- Administra tus deudas
- Haz un presupuesto y recorta gastos
- Mejora la estabilidad financiera
- Protege tus bienes y busca cobertura de seguro
Construye un fondo de emergencia
Un fondo de emergencia es una cuenta de ahorros dedicada a cubrir situaciones inesperadas o emergencias financieras. Tener un fondo de emergencia puede darte tranquilidad, ya que sabes que tienes suficiente dinero reservado para este tipo de eventualidades.
Para construir tu fondo de emergencia, abre una nueva cuenta de ahorros específicamente para este propósito y aparta lo que puedas (sin comprometer el pago de tus cuentas y vivir cómodamente) en esa cuenta de emergencia. Si ya tienes uno, sigue agregando fondos. Esto te proporciona un colchón financiero en caso de que llegue una recesión y necesites acceso al dinero. También significa que no tendrás que utilizar al máximo tus tarjetas de crédito o solicitar un préstamo con altas tasas de interés para salir adelante.
Mejor aún, abre una cuenta de ahorros de alto rendimiento para tu fondo de emergencia. En este tipo de cuenta, tus fondos son fácilmente accesibles y tienen el potencial de generar una cantidad considerable de intereses. De hecho, algunas cuentas de ahorros de alto rendimiento tienen tasas de interés hasta 10 veces más altas que una cuenta de ahorros estándar. Esto podría ayudarte a acumular tu fondo de emergencia más rápidamente.
Administra tus deudas
Durante una recesión, muchas personas utilizan tarjetas de crédito para compras ya que no tienen el dinero en efectivo para pagarlas de inmediato. Algunos expertos financieros recomiendan pagar tus deudas antes de una recesión para evitar quedarte con pagos de intereses si llegas a perder tu trabajo o enfrentas una emergencia.
Tener deudas también reduce tu crédito disponible, lo que significa que no podrás usar tanto tu tarjeta de crédito como podrías necesitar durante una recesión. Gestionar efectivamente tu deuda, incluso durante una recesión, es muy importante porque ayuda a mantener tus finanzas estables en tiempos inciertos. También puede reducir tu estrés porque no tendrás una montaña de deudas de la que preocuparte.
Si puedes gestionar tu deuda, revisa todas tus deudas y prioriza cuáles deberías manejar o pagar primero.
Estrategias para priorizar el pago de deudas
Si tienes múltiples deudas, hay un par de estrategias inteligentes para considerar. Una es la estrategia de la «avalancha de deudas». Esto implica hacer pagos mínimos en todas tus deudas pendientes y luego usar cualquier dinero extra para pagar la deuda con la tasa de interés más alta. Usar el método de la avalancha de deudas puede ahorrarte la mayor cantidad en pagos de intereses y reducir el tiempo necesario para saldar completamente la deuda. Esta es una método que vale la pena considerar siempre y cuando puedas cubrir cómodamente tus gastos regulares y hayas construido un fondo de emergencia. Durante una recesión, probablemente se deba evitar el método de la avalancha de deudas.
La otra estrategia se llama el método de la «bola de nieve de deudas». Esto implica pagar primero tus deudas más pequeñas y luego pasar gradualmente a las más grandes. Al pagar una deuda a la vez, seguirás pagando los pagos mínimos en todas tus deudas. Luego, pondrás cualquier dinero extra hacia la deuda más pequeña hasta saldarla, luego la siguiente más pequeña, etc.
Negociación con acreedores y exploración de opciones de consolidación de deudas
A veces, las deudas se pueden negociar. Algunos acreedores y prestamistas están dispuestos a trabajar contigo para reducir las tasas de interés, negociar un plan de pagos que funcione mejor para ti, o incluso liquidar la deuda. Si tienes un buen puntaje crediticio, un historial de pagos sólido y una buena relación general con el prestamista, aumentarán tus posibilidades de negociación de deudas.
Sé abierto y honesto con el acreedor o prestamista, explica tu situación y prepárate para la conversación con registros financieros que respalden tu solicitud. Mantén la calma, sé profesional y cortés durante tu negociación. Si no puedes hacer ningún progreso, pide hablar con un supervisor. Muchos prestamistas están dispuestos a renegociar los términos de tu deuda.
Otra opción es la consolidación de deudas, que combina todos tus préstamos y deudas existentes en un solo préstamo, en el cual pagarías mensualmente. La consolidación de deudas no solo simplifica tus pagos de deudas, sino que también ofrece la oportunidad de obtener una tasa de interés APR mejor que la que tienes actualmente para tus deudas. Esto puede ayudarte a ahorrar dinero en pagos de intereses.
Busca ayuda de agencias de asesoramiento crediticio sin fines de lucro
Una opción que quizás no sepas que está disponible es comunicarte con una agencia de asesoramiento crediticio sin fines de lucro para obtener ayuda. Muchas de estas organizaciones, como la National Foundation for Credit Counseling (NFCC), ofrecen servicios financieros y orientación gratuitos o a bajo costo que pueden ayudarte a manejar o incluso eliminar tus deudas. Los consejeros de crédito están allí para ayudarte con tus asuntos financieros, incluyendo la elaboración de presupuestos, la gestión de deudas e incluso las negociaciones con los acreedores.
Una búsqueda en línea de «asesoramiento crediticio sin fines de lucro» debería proporcionarte diversas opciones. El Departamento de Justicia de EE. UU. ofrece una lista extensa de agencias de asesoramiento crediticio sin fines de lucro que pueden buscarse por estado. Los servicios y agencias de asesoramiento crediticio y consolidación de deudas sin fines de lucro no deben solicitar ningún pago inicial o tarifas. Si alguna lo hace, es mejor evitar usar ese servicio.
Presupuesto y recorte de gastos
Cuando los tiempos económicos son inciertos, elaborar un presupuesto es una estrategia inteligente. Al mantener un presupuesto, que implica realizar un seguimiento de tus ingresos y gastos, te aseguras de tener los recursos que necesitas incluso en momentos difíciles. Al crear un presupuesto, te aseguras de tener dinero para cubrir lo esencial, como el alquiler/hipoteca, servicios públicos, alimentos y cuidado de la salud, incluso si hay cambios en tu situación laboral. Aquí tienes algunos pasos inteligentes a seguir cuando se trata de elaborar un presupuesto:
1. Evalúa tu situación financiera actual
Antes de crear tu presupuesto, tómate un tiempo para analizar tus finanzas en general. Esto incluye tus ingresos, gastos mensuales, ahorros y deudas. Una vez que tengas una buena idea de cuánto dinero entra y sale cada mes, tu presupuesto comenzará a tomar forma.
2. Crea un presupuesto realista
Asegúrate de que tu presupuesto sea uno que puedas cumplir. Querrás hacer de los gastos esenciales, como mencionamos hace un momento, la máxima prioridad. Una vez que hayas creado un presupuesto para esos gastos, piensa en cuánto puedes destinar para pagar deudas (préstamos, tarjetas de crédito, etc.) e incluso para ahorrar. Y aunque el dinero sea escaso, intenta permitirte un poco de dinero para gastar en cosas que disfrutes. Después de todo, seguimos viviendo nuestras vidas. Solo asegúrate de no excederte con estos gastos.
3. Realiza un seguimiento y analiza tus gastos
A medida que avanzas con tu presupuesto, presta atención a tus gastos y observa dónde se podrían hacer ajustes. Por ejemplo, si tu factura de electricidad es alta, intenta reducir costos ajustando el termostato un grado más alto en verano o más bajo en invierno. Asegúrate de apagar las luces cuando no haya nadie en la habitación. Trata de espaciar más los días de lavandería. Pequeñas cosas como estas pueden sumar. También puedes intentar negociar tus facturas (cable/internet y servicio de celular son dos ejemplos) y buscar opciones más baratas como las marcas de tienda.
4. Recorta gastos no esenciales
Aunque pueda ser difícil al principio, es importante considerar qué gastos no esenciales se pueden recortar de tus gastos. ¿Realmente necesitas ese tercer servicio de streaming de películas? ¿Puedes salir a comer una vez al mes en lugar de dos o tres veces? ¿Estás dispuesto a ver jugar a tu equipo favorito en la televisión en lugar de gastar dinero en entradas?
Deberías presupuestar para algunas actividades placenteras, pero estas son decisiones que enfrentarás durante tiempos económicos difíciles. Durante una recesión, ese dinero es mejor destinado a lo esencial. Y recuerda, por lo general, estos son sacrificios a corto plazo. La economía se recuperará y podrás comer en restaurantes con más frecuencia nuevamente. Solo puede que necesites esperar hasta que estés en mejor situación financiera.
Mejorar tu estabilidad financiera
Incluso más allá de crear un presupuesto y gestionar tus gastos, hay algunos pasos que puedes tomar para asegurarte de que tus finanzas estén en buena forma.
Ingresos adicionales
Si tu horario lo permite, buscar un trabajo a tiempo parcial ciertamente puede ayudar. Independientemente de tus habilidades o antecedentes, siempre hay alguien dispuesto a pagar por pequeños trabajos o actividades secundarias freelance. Revisa sitios de búsqueda de empleo como Indeed para trabajos temporales o a tiempo parcial, y mantente atento a tus redes sociales en busca de publicaciones que soliciten ayuda.
Desarrollo de habilidades
El desarrollo personal siempre es una buena idea, sin importar el clima económico. Si tienes algo de dinero extra para invertir en tu educación continua (puede ser una sola clase) o para aprender una nueva habilidad u oficio, es una inversión que podría dar frutos si logras encontrar un trabajo mejor remunerado en algún momento.
Red de contactos profesionales
Comunícate con amigos, familiares, compañeros de trabajo actuales y anteriores, y conexiones en redes sociales para construir una red profesional. El dicho «no es lo que sabes, sino a quién conoces» a menudo es preciso. Conocer a más personas ciertamente puede aumentar tus posibilidades de encontrar nuevas y mejores oportunidades.
Alternativas de vivienda
Si tu hipoteca o alquiler se está volviendo demasiado caro para manejar cada mes, investiga otras opciones de vivienda. Si no necesitas mucho espacio, considera mudarte a una casa o apartamento más pequeño. Si vives solo, podría valer la pena considerar un compañero de piso que pueda compartir todos tus costos.
Búsqueda de educación y asistencia financiera
El conocimiento es poder. También es la mejor manera de protegerte y apoyarte durante tiempos financieros difíciles. Aquí tienes algunas formas de adquirir conocimientos importantes y encontrar apoyo al prepararte para una recesión.
Recursos educativos
Existen varias herramientas y materiales de educación financiera gratuitos o de bajo costo disponibles, solo necesitas buscarlos. Hemos ahorrado algo de tiempo y hemos recopilado algunos para que puedas comenzar.
- Habilidades prácticas para administrar el dinero: Este sitio web ofrece una amplia selección de materiales gratuitos sobre educación financiera. Sus recursos cubren desde conceptos básicos de presupuesto hasta la jubilación, e incluso ofrecen recursos para niños para que puedan desarrollar buenos hábitos financieros. Todo lo que necesitas hacer es descargar los PDF.
- Oficina de Protección Financiera del Consumidor (por sus siglas en inglés: CFPB): Aquí también puedes encontrar una amplia variedad de recursos gratuitos, incluyendo herramientas, hojas de trabajo, folletos y grabaciones de audio organizadas por tema financiero.
- Cursos gratuitos en línea sobre finanzas personales: U.S. News & World Report compiló una lista de 12 cursos gratuitos en línea sobre finanzas personales que recomiendan. Puedes encontrar la lista aquí.
- Recursos de Sun Loan: Sun Loan tiene varios artículos útiles e informativos disponibles para que los leas y aprendas. Nuestros artículos cubren desde conceptos básicos de finanzas personales hasta preguntas sobre impuestos y préstamos.
Apoyo en la comunidad
Quizás ni siquiera te des cuenta, pero hay organizaciones y eventos justo en tu comunidad. Solo busca en línea «asistencia financiera cerca de mí» para encontrarlos. Aprovecha el apoyo local, la orientación de expertos y cualquier otro recurso que ofrezca consejos financieros o ayuda en tu área.
Ayuda de organizaciones sin fines de lucro y gubernamentales
Si estás pasando por dificultades financieras, hay ayuda disponible. USA.gov es un gran recurso que puede guiarte hacia ayuda en caso de dificultades financieras. Ofrecen asistencia con alimentos, beneficios por desempleo, asistencia social, vivienda de emergencia, alquiler, facturas de servicios públicos y reparaciones del hogar. Además, puedes encontrar más beneficios estatales y federales en Benefits.gov. Las búsquedas en línea también te guiarán hacia fuentes más específicas de ayuda, incluyendo alimentos, empleo y planificación financiera, entre otros.
Orientación financiera
Existe una cantidad sorprendente de recursos de orientación financiera dispuestos a ofrecer orientación y consejos gratuitos o económicos sobre presupuestos, inversiones, ahorros, manejo de deudas y otros temas financieros. Aquí tienes algunos lugares donde encontrar ayuda financiera gratuita o de bajo costo de asesores financieros:
- Tu banco o cooperativa de crédito: Entre las consultas en persona con profesionales financieros y las herramientas y guías gratuitas en línea, tu banco o cooperativa de crédito es un excelente lugar para comenzar a recibir consejos financieros.
- Organizaciones y fundaciones de planificación financiera: Muchas organizaciones y grupos ofrecen orientación financiera gratuita o con descuento, incluyendo Advisers Give Back, Financial Planning Association, Financial Counseling Association of America, Foundation for Financial Planning y el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE.UU.
- Corredores en línea: Probablemente hayas visto anuncios de grandes corredores como Fidelity, Schwab y otros. Si estás buscando invertir tu dinero, estos corredores suelen tener muchos recursos educativos en línea que pueden ayudarte a comenzar.
Mantener una mentalidad positiva y un sistema de apoyo
Aunque a todos nos gustaría evitar una recesión y el estrés que conlleva, ahora estás mejor preparado para superar una recesión si llega. Educándose sobre los diferentes tipos de recursos disponibles, estableciendo un presupuesto que te dé un colchón en caso de una desaceleración económica, sabiendo dónde acudir en busca de ayuda, estableciendo un sólido sistema de apoyo y manteniendo una actitud optimista, estás más que preparado para enfrentar una recesión.
Además, navegar por tiempos difíciles y salir exitosamente al otro lado es una experiencia vital importante que fortalece el carácter, aumenta la resiliencia y ofrece lecciones fundamentales. Recuerda, una recesión es una parte normal del ciclo económico y no es el fin del mundo. Al armarte con conocimiento y prepararte con anticipación, te estás preparando para el éxito.
